Esa era yo

Sí, esa era yo. Que hacia allí era la pregunta que resaltaba dentro de mi cabeza. Que hacia llorando bajo la lluvia viendo como le rompían el corazón, viendo aquella intensa desesperación que parecía no tener consolación alguna, ni mucho menos solución. Sí, esa era yo. En medio de lo que una vez fue amor, viendo como se escapaba y yo sin poder hacer nada. Viendo como el fuego se apagaba por el mar de lagrimas que era ya costumbre, por la falta de oxigeno que hacia tan difícil respirar. Sí, esa era yo. Tratando de gritar pero sin palabras que decir, tratando de razonar con los ideales de un corazón. Deseando tener un botón para detener por un momento el tiempo, para escapar un segundo de esa dura realidad. Para pensar como manejar la situación, como hacerla entender que todo acabó, decirle que su cielo se quedó sin estrellas, que pusiera los pies en la tierra que el no iba a volver. Que ya no había nada que se podía hacer, simplemente aceptar. Sin duda alguna era yo.